BLANDAS O RÍGIDAS, ESA ES LA CUESTIÓN
Llega el momento de cambiar de maleta después de las vacaciones y, esta vez, queremos acertar en nuestra elección, después de lo maltrecho que ha quedado nuestro equipaje tras el verano. El dilema llega a la hora de elegir...¿cuál es la maleta perfecta?
LA MOCHILA, SIEMPRE UNA BUENA ALIADA
Solemos pensar en las mochilas de viaje, como las pesadas bolsas de los llamados backpackers o mochileros, haciendo caminatas por zonas de montaña; pero una mochila puede ser también un complemento muy socorrido a la hora de viajar. Repartes el peso en los dos hombros y tienes ambas manos libres para hacer fotos, mirar mapas o arrastrar un par de maletas más, si te vas a hacer las américas 3 meses seguidos.
MALETAS BLANDAS, LAS MÁS FLEXIBLES
Este tipo de maleta pesa menos que una rígida y, debido a su ductilidad, podemos introducir más prendas en su interior. Son ideales como equipaje de cabina en los aviones, siempre y cuando cumplan las dimensiones de la aerolínea en la que viajemos. Desaconsejadas para viajes largos en avión o autobús debido al maltrato que sufren durante los trayectos.
MALETAS RÍGIDAS, LAS MÁS SEGURAS
Si nuestra pretensión es hacer un viaje largo en avión, las maletas rígidas son, sin lugar a dudas, las más seguras que podemos encontrar. Al estar fabricadas con un material duro, es mucho más difícil que se deterioren, además, los cierres de seguridad de éstas, suelen ser muy complicados de abrir.
Otro consejo, si viajas a EEUU debes asegurarte de que tu maleta esté provista del sistema TSA de seguridad, un tipo de cierre homologado para evitar robos. A la hora de comprar maletas, no te la juegues.